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Autora: Joann R. Gurenlian, RDH, Dra.
La diabetes es un trastorno metabólico crónico que ha alcanzado proporciones de epidemia en los Estados Unidos. La enfermedad afecta a 18,2 millones de estadounidenses, aunque aproximadamente un tercio de ellos aún no ha sido diagnosticado. Otros 41 millones de personas padecen prediabetes. Se calcula que una de cada tres personas nacidas en el año 2000 sufrirán diabetes, y que la diabetes aumentará un 225% entre 2000 y 2050.1,2
La diabetes es la sexta causa de muerte en los EE. UU. En las personas de edad media que padecen diabetes, la esperanza de vida se reduce en 5-10 años. En toda la población con diabetes, tanto hombres como mujeres pierden aproximadamente 13 años.1
La diabetes lleva asociadas múltiples complicaciones. En 2000, el 37,2% de pacientes con diabetes y una edad de 35 años o más refirieron haber sido diagnosticados con una enfermedad cardiovascular.1 La diabetes es la principal causa de nuevos casos de ceguera en adultos, y también de insuficiencia renal terminal tratada. Algunas formas de neuropatía diabética contribuyen en gran medida a las amputaciones de extremidades inferiores. La periodontitis activa está reconocida como la sexta complicación de la diabetes.3 La diabetes puede provocar riesgo de sufrir anomalías congénitas y abortos espontáneos durante el embarazo. Asimismo, quienes padecen diabetes son más propensos a la neumonía y a la gripe.
Teniendo en cuenta estas estadísticas y factores complejos, es responsabilidad de todos los profesionales sanitarios, incluidos los profesionales dentales, estar informados de los signos y síntomas de la diabetes y participar en programas de prevención y control de esta enfermedad. El objetivo de este artículo es ofrecer una perspectiva general de la diabetes, así como estrategias para proporcionar una asistencia sanitaria bucodental integral.
Tipos de diabetes
Hay cinco tipos de diabetes. Los más reconocidos son el tipo 1 y el tipo 2. Los otros tipos incluyen la diabetes gestacional, la diabetes secundaria y la diabetes del adulto de inicio juvenil.
La diabetes de tipo 1 se denominaba anteriormente "diabetes juvenil" o "diabetes insulinodependiente". Comprende entre el 5 y el 10% de todos los casos de diabetes, y afecta a niños y adolescentes. Se caracteriza por la incapacidad del páncreas de segregar insulina debido a la destrucción de los linfocitos B por causas inmunológicas.5 Las personas que la padecen son insulinodependientes y no producen insulina exógena. Si la insulina se retira, se desarrolla cetosis y, finalmente, cetoacidosis. La cetoacidosis puede producirse rápidamente y llevar al coma y a la muerte. Esta enfermedad afecta por igual a hombres y mujeres. Los caucásicos están más afectados por la diabetes de tipo 1 que otros grupos raciales.1
Aproximadamente el 90-95% de las personas con diabetes padecen diabetes de tipo 2. Aunque suele presentarse en personas de edad avanzada con un historial familiar de diabetes, se está viendo cada vez más frecuentemente en personas más jóvenes debido a la mayor prevalencia de la obesidad infantil. Manifiesta una resistencia periférica a la insulina, asociada a un defecto de segregación de insulina, que varía en gravedad y que está provocada por la incapacidad de las células beta de satisfacer el aumento de demanda de insulina. Las personas que padecen diabetes de tipo 2 se consideran insulinodemandantes, y no insulinodependientes. La diabetes de tipo 2 tiene mayor prevalencia entre los grupos raciales hispano, afroamericano, nativo americano y asiático-americano.1
La diabetes gestacional hace referencia a cualquier grado de intolerancia a la glucosa que aparezca por primera vez durante el embarazo. La diabetes secundaria es la provocada por otras enfermedades o medicaciones, que causan la destrucción de las células beta pancreáticas o el desarrollo de una resistencia periférica. La diabetes del adulto de inicio juvenil (MODY) es una forma de diabetes de tipo 2 que afecta a muchas generaciones de la misma familia. La aparición de este tipo de diabetes se produce antes de los 25 años de edad.4
Factores de riesgo
Existen múltiples factores de riesgo asociados a la diabetes de tipo 2. Una edad superior a los 45 años de edad es el factor de riesgo principal. Este riesgo se incrementa cuando se asocia a los siguientes factores de riesgo:
- Obesidad
- Historial familiar de diabetes de tipo 2
- Ascendencia racial
- Historial de diabetes gestacional o historial de parto de un bebé con un peso mayor de 4 kg
- Historial de prediabetes (intolerancia a la glucosa o glucemia alterada en ayunas)
- Hipertensión (> 140/90 mm Hg)
- Dislipidemia (colesterol HDL < 35 mgdL o nivel de triglicéridos > 250 mgdL)5
